Cansancio

Me cansa la noche: sus imbéciles y la intoxicación
Tan solo una hora. Pasan tres.
Me cansa aquel tío:
me seduce, le miro, me sonríe y me voy.

Me cansa la mañana: su vacío y el recuerdo.
Cinco minutos y me levanto.
Pasan treinta.  Agua.
Su espalda, su casa y la nada.

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