Hetaira

De ella se decía que se hería con la luz.
Cada noche, una desconocida,  describiendo la sumisión
Caladas de humo imaginando el placer vistiendo de encaje, desgarrando el dolor.
Vivía agarrada a su asfixia, de la mano de su heroína.
Comía del aliento ajeno, escribía sobre el delirio.
De ella se decía que quiso ser.

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