Requiem For a Lost Fish


(O de como la cobardía mató a un pez)

Se rompió la cadena que sujetaba aquella eternidad con forma de pez. Se rompió tras colgar de un cuello ciego durante demasiado tiempo.
Se destruía a cada escalón, puliéndose la plata y dejando el hierro. Llegó el óxido.

El Ego, jugaría ahora a favor de la destrucción, dejando vacía una caja cerrada. Porque por tercera vez, la huída y dolor se encontraron, y porque por primera vez, se perdieron en el mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario