Desengaños

Nos pasamos la mayor parte de nuestra vida pensando que tenemos multitud de caminos a elegir, alternativas todavía desconocidas. No obstante, pocas veces nuestra brújula marca rumbo distinto y es que nos mostramos inmóviles e impotentes ante dictaduras que nos auto imponemos. Eso si, inconscientemente…

Somos víctimas de obsesiones, fruto de diversas carencias y experiencias que el camino nos marca mientras éste, poco a poco, se va haciendo firme.
Un día, la ventana deja entrar algo más de luz y te preguntas si no han pasado en vano, por ejemplo, los últimos 730 días de aprendizaje y de deseo. Si el almacenaje de energías que se han ido depositando bajo la esperanza de que el objetivo se cumpliera, ha sido una mala inversión…
Otro día observas, y te das cuenta que todo era una falsedad. Pues cuando logras lo que tanto habías ansiado, te decepciona.
Cuando te ves capacitado para disfrutar y entregar lo máximo, te muestra sus reales intenciones: su “indiferencia”. ¿Es surrealista un equilibrio entre deseo y logro?

¿Quizás una venganza por haberle dedicado demasiado tiempo?

Aprendes con tales experiencias, que una retirada a tiempo o una “muerte” digna es la mejor elección, pues hay dolores más llevaderos que otros...
Aprendes, como la carencia quizás es mejor cuando es utópica que cuando posees lo que nunca deseaste.

Es el momento de plantearse si cambiar el rumbo…

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