Inevitablemente por estas fechas y año tras año, me replanteo el por qué de tanta hipocresía. Viviendo en una sociedad cada vez más atea por no decir agnóstica, (aunque muchos no sean conscientes de ello) y con la ferviente proliferación de rituales consumistas y hedonistas, donde lo único que importa es el propio beneficio, me pregunto por qué se sigue venerando el nacimiento de un personaje que probablemente fuera un Ché tergiversado y manipulado según intereses políticos en diferentes momentos de la historia, (aunque este tema no es realmente el que interesa ahora).
Y peor aún, si la tradición tiene un peso tan fuerte, y éste es un estado que se confesa "católico" ¿Por qué se adoptaron tradiciones tan paganas como las de Santa Claus?! Todo ello crea un enorme quebradero de cabeza a niños que inocentes ellos, acaban confundiendo las luces de las calles con los regalos, que independientemente de que sean "buenos o malos" llegaran igualmente de manos de unos reyes y de un barba blanca. (Porque ya no es opcional, ahora la lluvia de regalos se divide)
Estoy de acuerdo en que la tradición cultural, el fomento de la ilusión y magia que se logra con historias como la del 24 de diciembre y 6 de Enero es positivo, pero la hipocresía en la que se ha convertido, el exceso, y la falta de valores y del juicio de muchos padres cada vez mas inconscientes con lo suyos, sin olvidar el real interés comercial que se esconde detrás, hace que todo pierda sentido.
Cada vez conozco a más gente que afortunadamente logra huir de la manipulación de estas fechas, y aunque no siempre sea fácil escapar a otro país donde no imperan estas tradiciones, con unos pocos mecanismos como la evitación o el escape es factible.
Respeto la diversidad de opinión, de tradición y cultura, sugiero la libertad de creencia y elección, pero no admito la manipulación y que se nos obligue a ser partícipes de ello "porque sí" casi desde el nacimiento.
La libertad deja de ser tal cada vez que se inculcan en "tabulas rasas" argumentaciones que solo fomentan una sociedad cada vez más vacía, ignorante e intolerante...
Pero todo ello no deja de ser más que mi humilde opinión...
Reflexion mensual.
ResponderEliminarLa refelexion de diceimbre es totalmente aplicable a todos los meses del año. Sabemos desde hace tiempo que la Navidad ha perdido su esencia y que está derivando, si no ha derivado ya, hacia un reclamo comercial establecido, lo sé.
No sólo existe el reclamo comercial de la Navidad. Existe el dia del padre/madre, el de los inocentes, el del hombre/mujer trabajadora...y todos tenemos santo y cumpleaños. Añádele las rebajas establecidads en enero y verano, las nuevas colecciones de moda, verano/otoño/invierno y primavera. La Navidad no es más que una simple excusa del márketing para aumentar ventas. Pero cada mes, tiene su reclamo, y nos es prácticamente imposible escapar de ello.
Pero la Navidad, como tradición cultural, crea cada vez una ampolla más grande cuando va ligado al consumismo.¿Cómo es posible que hasta de la Navidad, que es tradición y forma parte de nuestra cultura, algo tan particular y que es una creencia, se haya podido prostituir al espíritu consumista? Nos duele, y por ello muchos de nosotros rechazamos la Navidad y odiamos los villancicos. Pero pocos de nosotros rechazamos regalos por nuestro cumpleaños, santos, días del padre/madre. Y es lo mismo.
Parece imposible huir del consumismo por estas fechas, y cada vez oigo mas gente que odia la Navidad. No hay que odiarla, hay que saber utilizarla como uno crea conveniente. Quieres comprar, compra. No quieres comprar, no compres. Nadie te obliga.
Lo dificil, es intentar que el consumismo exagerado de estas fechas no te arroye. Y como vemos que nos arroya, odiamos la Navidad, creo yo.
Feliz Navidad
Cierto, se puede trasladar a todo acto de festejo que represente tener que consumir. La navidad no es mas que uno de ellos, solo que a mi modo de ver, ha llegado a puntos tan extremos que incluso crea conflictos psicológicos a mucha gente, por recordarle constantemente lo que no tiene o los estragos que tendrá que pasar por lograr minimamente lo que impera en estas fechas; ya sea compañía, una lechona o un trozo de carbón.
ResponderEliminarEs mucho mas fácil, según mi punto de vista, evitar (si uno no cree en ello) el resto de celebraciones que se dan en todo el año, pero la navidad...te la imponen de tal modo que ya da hasta "repelús", y es que no puedes salir a dar un paseo sin bombardeos lumínicos, campanitas, cursis villancicos o rios de gente, víctimas del consumo que tropiezan contigo constantemente. La tranquilidad se esfuma, no existe.
Es verdad que todo el mundo es libre de consumir o de no hacerlo, y depende solo de la fortaleza de uno mismo, pero seamos realistas, muchas veces es dificil poder evitar cierto desencanto al observar como muchos somos manipulados casi sin darnos cuenta, y no digo con eso que haya que odiar,ni mucho menos! tan solo ser conscientes de que los cambios sociales se producen gracias a eso, al grupo, y que si de cada vez somos más los descontentos, no estaría mal como mínimo ser consecuentes y no pasar impasibles ante las estrategias comerciales. Aunque también es verdad, que suena a utopía y que a pesar de que sea un tema más que comentado y obvio, sigue siendo una gran lacra dificil de combatir.